lunes, 19 de febrero de 2018

CAMBIO DE HABITOS, MEJORAR EN LAS RELACIONES PERSONALES


Desde siempre me ha interesado mucho crecer como persona. Crecer en varios ámbitos, ser mejor, pensar y convencerme que no todo lo sé y que puedo mejorar. Que no soy como la canción de Alaska:

(...) A quien le importa lo que yo haga, a quien le importa lo que yo diga, yo soy asi, asi seguiré, nunca cambiareeeeeee.... (...)

No me gusta esta afirmación ni estoy de acuerdo con los que dicen que las personas no cambian. Cierto es que la mayoria no lo hace, pero más por un problema de Egos grandes, de poca inteligencia emocional y pocas ganas de esforzarse. Porque cambiar es agotador. Sobretodo al principio cuando no te sale el nuevo comportamiento de manera espontánea. Cuando debes reflexionar hasta los acentos de tus frases... Pero tambien es cierto, que pequeños logros son gasolina para el cambio. Te motivan, te ayudan a creer que el esfuerzo que estás realizando bien vale la pena.

En materia de educación de mis hijos ando ultimamente inmersa en multitud de cambios. Yo creo que he sido una madre demasiado inflexible y autoritaria. El patrón que recibí de mis progenitores no estaba basado en el dialogo ni en la educación emocional. Era otra época y seguramente mis padres lo hicieron lo mejor posible y seguramente con gran acierto, si consiguieron que yo sea una persona ahora preocupada por mejorar. La semilla, a su manera, la plantaron. La regaron con conceptos como respeto, amor, educación... Seguramente les faltó "el agua para regar" con confianza en uno mismo, escucha activa y otros muchos conceptos relacionado con el crecimiento personal, pero me doy por satisfecha.

Lo que no me ha hecho reflexionar es que en materia de educación no hay una formula mágica y es

mejor coger un poquito de aqui, otro de allí y hacerte tu guión personalizado que deberás ir salpicando de improvisación según las circunstancias, porque las personas somos únicas e imprevisibles en muchos momentos.

Hay corrientes en dónde los limites no se marcan, las emociones rigen las relaciones y muchas veces no sabes quién es el educador y quién el alumno/hijo. Pero es cierto que no debemos menospreciarlas, si no estudiarlas y extraer lo mejor de estas corrientes, la escucha de las emociones. Porque educar desde la emoción a veces es más efectivo que hacerlo desde el razonamiento, o en algunos casos (la mayoria) predispone al receptor y lo deja en un estado mucho más fructifero para aceptar las indicaciones a posteriori. Deja reposar una discusión y llegarás antes a un acuerdo...

Hay otras donde prohibir y castigar es la herramienta más usada. Quitale el movil una semana, o un mes o mejor aun, no le pagues internet nunca más! No le dejes salir y si sale que vuelva antes de la hora de salida! Esta corriente, en este caso escenificada al extremo, es muy frecuente en nuestro pais. Y cuando los hijos son pequeños va funcionando, porque la diferencia de edad (y de estatura todo hay que decirlo) impregna al educador/padres de un aurea de credibilidad y por qué no decirlo de autoridad temida. Pero va dejando de ser efectiva a medida que tienes que mirar a los ojos de tus hijos doblando el cuello hacia arriba, es decir, ya no estás fisicamente por encima de tu (ya no tan pequeño/a) hijo/a... Entonces te das cuenta, que imponer no es educar. Pero también tiene su parte positiva si sabes extraer lo mejor, es decir, los límites son sagrados (aqui es donde está el trabajo, en establecer limites razonables y establecer prioridades para evitar el control excesivo y el desgaste...) y en algunas ocasiones donde el hijo/a no está por la labor, es una orden directa que evita un desgaste lingüistico de horas y horas...

Voy asistiendo a conferencias de psicologos, educadores, leo, selecciono articulos y poco a poco voy intentando mejorar. No tengo la garantia de éxito, por supuesto, pero si que será mejor de como lo he hecho hasta ahora. Me gusta este campo, me gusta descubrir nuevas maneras de mediar, de resolver conflictos, de conocerme mejor y de mejorar como persona. Hay dias que pierdo la calma y vuelvo a mis antiguos hábitos, pero lo recoduzco rápido. Y eso es lo importante, porque cada vez estas ocasiones son más excasas...

Yo os aliento a mejorar, no solo en educar vuestros hijos, si no con vuestra pareja, compañeros/as de trabajo, vecinos, familia... porque si se puede y se debe. Porque si esta sociedad fuese más calmada y empática, todo iria mejor .Y con estos pequeños cambios de estar por casa, se empiezan las grandes revoluciones.... 

2 comentarios:

Garbí24 dijo...

Tu ho has dit no hi ha una manera de fer en l'educació, doncs a casa no ha funcionat ni funcionarà mai la mateixa formula per un que per l'altre. I per molt que ho vulguis fer bé sempre hi ha coses a millorar i com no algunes que són impossibles. Però estem contents de com ens estan quedant....meravellosament imperfectes.

kira permanyer dijo...

Tens raó, no hi ha un manual a seguir... pero es cert que no hem de perdre les ganes de millorar i aprendre. El fet de ser pares i mares no ens dona la sabiesa de l'educació. Crec fonamental reconeixer això per intentar formar-nos tal com fem en altres ambits de la nostra vida.
Segur que els vostres son tan genials com tu! abraçada

SE ACABÓ!

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